lunes, 10 de octubre de 2011

IMMERSIÓN LINGÜÍSTICA

El problema de fondo también es que es como si el todo (España) tuviera que estar presente en todas las partes y que en cambio las partes se diluyen en el todo. En cuanto a la vergonzosa decisión del TSJC sobre la immmersión lingüïstica, cuatro ideas rápidas. La demanda viene de tres familias, es decir que lo inaudito sería que seis padres tumben un modelo que lleva 30 años funcionando con total eficacia, que tiene el aval de la Unión Europea y que ha permitido que el 100% de los escolares catalanes durante todo este tiempo tengan una óptima expresión escrita y oral en castellano (y me pongo como ejemplo).

Por otro lado, esta demanda de que la lengua castellana también sea vehicular tendría sentido que se hubiera comprobado fehacientemente que el alumno catalán tiene unas competencias lingüísticas en castellano inferiores que las de un alumno de fuera de Catalunya. Y esto no es así porque los estudios hechos indican que tiene las mismas.

Por otro lado, que unos padres quieren escolarizar a sus hijos en una sola lengua es, no sólo una muestra de pobreza cultural (yo también estoy orgulloso de conocer la lengua castellana y su literatura), sinó una hipoteca a su futuro laboral: pedir que se escolarice en castellano no sólo va en contra de la realidad lingüística catalana sinó que además va a provocar que este niño, en edad adulta, tenga menos posibilidades laborales en Catalunya. Porque sí, lo normal es que la justicia y en todas las administraciones públicas se use el catalán, porque alguien tiene que garantizar los derechos de los catalanohablantes. Si los funcionarios de Catalunya no usan el catalán, ¿quién lo va a usar? ¿Los de Albacete?

Por otro lado, tan absurdo y surrealista es pedir la escolarización sólo en castellano como pedirla sólo en catalán. Pero por la misma regla de tres y siguiendo lo que han pedido estos padres, yo también podría pedir ser escolarizado sólo en catalán. ¿Entonces también podría invocar la libertad de elección de lengua o este derecho sólo es válido para los castellanohalantes?

Por último, recordar que si bien en Catalunya hay dos lenguas oficiales (todos sabemos que la oficialidad del castellano no se consiguió precisamente por causas pacíficas), en Catalunya sólo hay una lengua propia: el catalán. Igual que en Madrid, Albacete, Extremadura o Valladolid sólo hay una lengua propia, que es el castellano y eso nadie lo discute.

Además, recordar que en Catalunya lo que existe es un bilingüísmo asimétrico: los únicos realmente bilingües son los catalanes porque el 100% de los catalanes habla castellano, un porcentaje que no se puede aplicar a los castellanohablantes sobre el uso del catalán.

ESTADO DE LA CUESTIÓN (MÁS VIGENTE QUE NUNCA)

El problema es que el único nacionalismo realmente intolerante, exclusivista y excluyente es el español, incapaz de compatibilizar su legítima adhesión con la lengua y la cultura españolas (que no se debería reducir a la castellana) con el respeto a las demás sensibilidades y lenguas de la península, que también forman parte del Estado y que teóricamente están sujetas al respaldo y protección de la Constitución. Ejemplo de lo que digo:
-El nacionalismo español niega que Catalunya sea una nación, la considera una región (el catalanismo no niega que España sea una nación)
-El nacionalismo español niega que Catalunya sea un país (el catalanismo no niega que España lo sea)
-El nacionalismo español niega que el catalán sea una lengua, y lo considera un dialecto folklórico de ámbito doméstico (el catalanismo no niega que el castellano sea una lengua)
-El nacionalismo español niega que haya otra patria que España ni otro patriotismo que no sea el español

El nacionalismo español lleva unos cuantos siglos menospreciando, insultando y persiguiendo cualquier lengua, cultura y manera de ver las cosas distintas de su nacionalismo. Es incapaz de asumir la multiculturalidad, el pluralismo y la presencia de otras lenguas en el Estado, a las que percibe como extrañas e invasoras, como si fueran una amenaza a su lengua y patria españolas, a las que considera superiories legal y moralmente.

Es como si de alguna forma la mera existencia y supervivencia del catalán, el gallego o el euskera fueran una mancha en el historial imperialista del nacionalismo español, que arrastra el complejo de 1898. En España, todo lo que salga de la ecuación macho blanco heterosexual católico y patriota español es visto con suspicacia.

El nacionalismo español quiere imponer su monoculturalismo y monolingüismo porque es, por esencia, ofensivo y beligerante. El catalanismo sólo aspira a normalizar su lengua y su cultura dentro de su territorio. No tiene ninguna intención de catalanizar España, mientras que el nacionalismo español quiere españolizar Catalunya. Esa es la principal diferencia: unos quieren ser, otros quieren que todos sean como él. No es un choque de dos opiniones igualmente legítimas, hay una parte moralmente ilegítima.