martes, 3 de agosto de 2010

Respuesta a un artículo de El Heraldo de Aragón


Artículo de Encarna Samitier publicado el 10 de agosto del 2008 en el Heraldo de Aragón





Es curioso que quienes más se empeñan en desligar el deporte de la política suelen ser los mismos que hacen uso propagandístico/político del deporte. Una cosa es cumplir el artículo 51 de la Carta Olímpico, que impide la propaganda política, religiosa o racial en recintos olímpicos, y otra es la inaudita prohibición de hablar de política por parte del Comité Olímpico Español.


Como ha sucedido en otros Juegos (el máximo exponente fueron los de la Alemania nazi de 1936),el régimen chino pretende dar la imagen de una potencia que no constituye una amenaza sino una gigantesca oportunidad para el resto del mundo. Pero las luces deslumbrantes de una ceremonia que mostró los avances de los últimos treinta años conviven con grandes zonas de oscuridad en las que el Gobierno pretende esconder las violaciones de los derechos humanos, que incluyen desde severos castigos a los disidentes hasta las limitaciones a Internet.


Si los Juegos sirven al régimen comunista para avanzar en un modelo de desarrollo sin libertades se habrá perdido una gran oportunidad. Pedir que se mejoren las libertades no es “politizar” los juegos, es un imperativo ético. El que ha movido a los 127 deportistas, algunos aspirantes a medalla, a pasar de los acomodaticios popes del olimpismo y a escribir una carta al presidente chino instándole a “proteger la libertad de expresión, de religión y de opinión en su país, incluido el Tíbet”.


Es una lástima que ningún español figure entre los firmantes. Pero lo auténticamente triste es que algunos políticos, como los que integran la Generalitat de Cataluña, no sólo no se preocupen por las limitaciones a la libertad de expresión sino que ellos mismos se dediquen a censurar, en plan cutre, las intervenciones de nuestros atletas. El Govern explica en sus notas de prensa que Cataluña tiene representantes en 15 modalidades, eludiendo el hecho de que dependen del comité olímpico español. Y ha colgado en su página web el anuncio que Pau Gasol, capitán de la selección española de baloncesto, hizo con Nike, trampeándolo de tal modo que no aparece la frase final: “Ser español ya no es una excusa; es una responsabilidad”. Ni seny ni juego limpio.





RESPUESTA






En primer lugar, usted mezcla la velocidad con el tocino, las churras con las merinas. No es de recibo hablar de China y el Tibet y acabar criticando a Catalunya, la comparación no procede por ningún sitio y además se le ve el plumero: lo que usted quería en realidad es una excusa para poder criticar a Catalunya, e indirectamente intenta establecer un nexo o un paralelismo entre la falta de libertad de expresión de la Alemania nazi y el Gobierno catalán, algo totalmente mezquino e improcedente. En segundo lugar, cae en la generalización sin aportar datos concretos. ¿Cómo sabe que toda la Generalitat de Catalunya entera no se preocupa por las limitaciones a la libertad de expresión? ¿Por qué no da nombres? En segundo lugar, se queja de que se trampee el anuncio de Pau Gasol en el sentido de que se haga constar la frase “Ser español no es una responsabilidad”, y no se atreve a entrar al fondo del asunto. No osa admitir abiertamente que esta frase es una declaración abyecta del más puro nacionalismo español, y que además mezcla política y deporte, curiosamente lo que usted censura durante todo el artículo. Ser español, ser catalán o ser de cualquier nación, nacionalidad, pueblo, región... no es una responsabilidad: la identidad no tiene nada que ver con la responsabilidad. Lo que sí es una responsabilidad es, por ejemplo, sacar una familia numerosa adelante en unos tiempos de crisis económica, tomar una decisión importante que afecte a mucha gente, afrontar un reto laboral complicado..., es decir, nada que ver con el sentimiento de pertenencia o identificación a una cultura o país. ¿Por qué usted no menciona nada sobre la nula vinculación entre identidad y responsabilidad? ¿Por qué no critica el latiguillo nacionalista español de la frase final de Nike? Por si tiene alguna duda, le dejo la definición de la palabra “responsabilidad” de la Real Academia Española.



1. f. Cualidad de responsable.


2. f. Deuda, obligación de reparar y satisfacer, por sí o por otra persona, a consecuencia de un delito, de una culpa o de otra causa legal.


3. f. Cargo u obligación moral que resulta para alguien del posible yerro en cosa o asunto determinado.


4. f. Der. Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente.





Por último, gratuito e innecesaria la frase final:”Ni seny, ni juego limpio”. En primer lugar porque demuestra que cuando les interesa saber alguna palabra en catalán, la utilizan, y en otros momentos por ejemplo cuando se trata de un rótulo en una tienda, les suena a chino, y además está fuera de lugar ofender mediante un refrán catalán. Acaba cayendo en su propia trampa: usted intenta de puertas afuera desligar política y deporte y al final, hace indirectamente un uso político del deporte, en este caso por omisión y cobardía, sin entrar a valorar el trasfondo nacionalista de la frase de Nike. Lo que no es juego limpio, señora Samitier, son sus comparaciones y tampoco su silencio (¿o miedo?) a analizar la frase de Nike, que sí mezcla deporte con política. ¿Quizás porque muestra un nacionalismo español con el que usted está de acuerdo? ¿Quizás porque sólo le molesta que se mezcle deporte con política cuando no comparte esa política y en cambio considera normal y legítimo que se mezcle deporte con política si se trata de alentar el nacionalismo español?


¿Quizás porque considera que su nacionalismo es el bueno, el oficial, el legítimo y obligatorio y los demás no?