martes, 3 de agosto de 2010

Aquí y allí


Yo hice la EGB y, como todos los compañeros de mi generación, no sólo hablamos y escribimos perfectamente en castellano (aunque un poco de acento se nota, esto depende de que cada caso) sino que conocemos con cierta profundidad la historia de España, su cultura y su arte en general, en el caso de literatura por poner un ejemplo, desde el siglo de Oro (Quevedo y su enfrentamiento con Góngora) a la generación del 98 (Machado, Unamuno, Baroja, etc..) pasando por la del 27 (Salinas, Guillén, Aleixandre, Juan Ramón Jiménez...), así como autores teatrales como Calderón de la Barca, Lope de Vega y un largo etcétera. Es decir, en Catalunya se ha estudiado y se estudia a España. ¿Y al revés? ¿Qué clase de historia de explica, por ejemplo, en un instituto de Valladolid o de Albacete? ¿Qué se explica de Catalunya? ¿Se tergiversan y se manipulan datos para poner a los alumnos a la defensiva y encaminarlos a una cierta actitud intolerante? ¿O directamente se omiten y se subsumen en la historia general?

Apostaría cualquier cosa a que pocos escolares, tanto los de ahora, como los de misma generación, estudian o estudiaron a poetas y escritores catalanes. ¿Conocen a Ausiàs March o a Francesc de Eiximenis? ¿Les suena de algo el nombre de Bonaventura Carles Aribau? ¿Y qué saben de Salvador Espriu o de Josep Carner? ¿Y de la Renaixença? Me atrevería a decir que nada. Y es extraño, porque según tengo entendido, España es un estado plural y el catalán es una lengua del territorio español, por lo tanto, el Estado está obligado a defenderla y promoverla, así como su cultura. O esto dice la Constitución, que también dice que la gente tiene derecho a tener una vivienda digna. ¿Es el texto constitucional papel mojado? ¿O sólo interesa traerlo a colación según los intereses partidistas y entonces invocarlo como si fuera una Bíblia sagrada, para frenar por ejemplo su propia modificación?

Entonces, estamos otra vez en el sempiterno debate: el todo (España) es sagrado y debe conocerse en todas las partes de la península, mientras que la historia, cultura, lengua, tradiciones... de las partes específicas/singulares (en este caso Catalunya pero seguramente se podría aplicar a Galicia o al País Vasco) se diluye en el todo, por lo tanto se ignora (tampoco se estudia con la profundidad necesaria los autores gallegos y vascos en Catalunya y viceversa). ¿Por qué? Porque no se educa en la diversidad, no se instruye desde la perspectiva de que es un privilegio poder contar con diferentes lenguas, culturas y literaturas en un mismo Estado. Y las lenguas, así como las culturas, deben promoverse, potenciarse. Malo cuando una lengua tiene que defenderse; eso significa que alguien la está atacando y es este ataque lo que hay que combatir porque es moralmente ilegítimo. Si, en cambio, se practica la exclusión sistemática desde pequeños, luego es lógico que la ignorancia haga decir estupideces. Y la ignorancia no sólo es no saber, sino también no querer saber. Los sabios rectifican, los intolerantes no.